CESVIMAP 79
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Leyendo artículos antiguos en www.revistacesvimap.com he encontrado uno muy interesante sobre el
pintado de arañazos. La única duda que tengo es cómo valorar el nivel de daño que se aplica en el baremo
de pintura CESVIMAP.
J. Monserrat / e-mail
Respuesta:
Para la correcta aplicación de nuestro
baremo de pintura le remitimos a la documentación
publicada al respecto, que puede consultar en los
programas de valoración que lo incorporan (Audatex, GT
Motive o Tiempos y Materiales de Pintura CESVIMAP).
Sólo recordarle que la distinción de niveles en piezas
metálicas se basa en la relación entre superficie
deformada y superficie a pintar. En el baremo se define
superficie deformada
como aquélla que ha perdido su
configuración inicial. En el caso de arañazos que han
afectado a las capas de fondo, donde además no
aparece deformación, se ha establecido una regla para
transformar la longitud del arañazo en una superficie
basándonos en numerosos estudios prácticos realizados
en CESVIMAP. Esta regla consiste en rodear el arañazo con una línea imaginaria con 5 cm a cada lado del
arañazo. A continuación, se tomará la mitad de la superficie obtenida y esa será la superficie deformada
equivalente, a efectos de aplicación del baremo. Si tenemos varias superficies deformadas éstas tendrán
que agruparse para establecer la relación mencionada.
Cuando voy circulando por el carril interior de una rotonda de dos carriles y deseo acceder a una de las
vías que salen de dicha rotonda, me surge la duda de si tengo que ceder el paso a los que van por el
carril exterior o, por el contrario, si doy el intermitente con anterioridad, tengo preferencia de paso y
deben dejarme salir de la misma para dar agilidad a la circulación.
Felipe de las Heras / e-mail
Respuesta:
Las rotondas son unos elementos viarios que dan agilidad al tráfico, permitiendo que el flujo
circulatorio se regule por sí solo sin necesidad de señalización semafórica; no obstante, es fundamental
conocer las preferencias cuando se circula por ellas.
Al intentar acceder a una rotonda siempre tiene preferencia el que ya está circulando por ella, por lo que al
llegar a la misma se debe ceder el paso a todos los que están circulando dentro. En el caso de ir por el
carril interior de una rotonda y querer abandonarla, se deberá ceder el paso antes de salir a todos los
vehículos que circulen por el carril exterior; una vez que quede libre ese carril procederemos a cruzarlo
para, seguidamente, tomar la vía de salida.