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ABRIL-JUNIO 2011
la revista Comforp
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LOS ALUMNOS
Se debe ajustar el valor de la impe-
dancia del altavoz al valor que sopor-
ta el amplificador o la fuente de soni-
do. Si la impedancia resultante de los
altavoces es menor a la soportada por
el amplificador o la fuente de sonido
provocaría la rotura de los fusibles de
estos últimos.
La potencia es un factor importan-
te. Para la instalación de un subgrave
(subwoofer) se debe elegir un altavoz
cuya potencia sea el doble que la de
los demás altavoces, siempre y cuan-
do este alimentado por un amplifica-
dor que entregue esta potencia. Como
norma general, existe la creencia de
que los altavoces deben tener el doble
o por lo menos 1,5 veces mas potencia
que el amplificador. Con esto, a la hora
de regular el equipo, hay que tener en
cuenta que si se aumenta la ganancia
del amplificador, lo que se provoca es
una distorsión, enviando señales cua-
dradas a los altavoces. Esto produce
que los altavoces se quemen.
Lo mas correcto es utilizar altavo-
ces con la misma potencia RMS que el
amplificador y que la potencia máxi-
ma del altavoz debe de ser mayor o
igual a la del amplificador. Ajustando
correctamente el nivel de ganancia
del amplificador, no alcanzará nunca
el nivel de distorsión, por lo que al al-
tavoz llegará una señal sinusoidal y no
una cuadrada, que es la que produce
que se quemen las bobinas de los al-
tavoces.
La respuesta en frecuencia no va a
servir, en el caso de instalaciones am-
plificadas y con filtros, para elegir los
altavoces según el diseño del equipo
a instalar. Además, se debe instalar
un conjunto de altavoces que cubran
toda la gama de frecuencias.
La sensibilidad conviene tenerla
presente en la elección de un altavoz,
ya que, cuanto mayor sea la sensibi-
lidad del altavoz, mayor rendimiento
se le puede sacar a este.
Las causas que pueden provocar
averías en los altavoces son las si-
guientes:
Por desplazamiento del cono: el
cono y las suspensiones tienen un lí-
mite en su desplazamiento. Si se so-
brepasan esos límites se puede llegar
a la rotura o al descentramiento de
estos.
por temperatura de la bobina: si ha-
cemos trabajar al altavoz a una eleva-
da potencia durante un tiempo prolon-
gado, podemos provocar un aumento
de temperatura hasta límites no reco-
mendables. Como norma general, las
bobinas suelen quemarse a unos 180º
C, pero “se huele” a 100º C. No convie-
ne sobrepasar los 60-70º C porque no
solo sufre la bobina, sino que los plás-
ticos y los adhesivos se reblandecen.
AMPLIFICADORES O ETAPAS DE
POTENCIA
La función es aumentar el nivel de
una señal, incrementando, la ampli-
tud de la señal de entrada mediante
corrientes de polarización (voltaje
negativo, voltaje positivo) en el tran-
sistor de salida.
El amplificador necesita de un trans-
formador ,internamente, trabaja con
corriente continua.
Es fundamental la ventilación del
mismo. Por ello, siempre encontrare-
mos rejilla de ventilación y los fabri-
cantes habrán instalado en su interior
ventiladores (como en el ordenador).
Esto es porque durante el procesado
de la señal, en su interior, se despren-
de gran cantidad calor.
Físicamente, nos encontramos con
un equipo en el que, habitualmente,
sólo hay un botón: el power para en-
chufarlo o apagarlo.
En la parte posterior esta el panel
con las correspondientes entradas y
salida que estarán en función de la
cantidad de señales que puede sopor-
tar un determinado modelo de ampli-
ficador.