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la revista Comforp
ENERO-MARZO 2010
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El agua necesaria para los ciclos de
producción y usos domésticos resulta
alterada y transformada a su salida en
agua residual, al arrastrar contaminantes
de diferente naturaleza según la actividad
y el uso.
El tratamiento posterior de estas aguas
permite eliminar parte de su carga
contaminante, ofreciendo, en ocasiones, la
posibilidad de que vuelva a ser utilizada y
minimizando su impacto en la calidad final
de las aguas dulces.
Metales pesados, compuestos orgánicos,
basura animal, aceites, grasas,
detergentes, etc., son diversos los tipos de
contaminantes que pueden llegar a las
aguas. En una estación de depuración de
aguas residuales (EDAR) se llevan a cabo
varios tratamientos a través de los cuales
se reduce la toxicidad y el volumen de los
contaminantes. El
tratamiento primario
consiste en la separación física de los
sólidos en suspensión, los aceites, las
grasas, y, en general, la materia
inorgánica que contiene la corriente de
agua. En el
secundario
se reduce el
contenido de materia orgánica acelerando
los procesos biológicos naturales.
Finalmente, el
terciario
es necesario
cuando el agua va a ser reutilizada e
incluye varios procesos químicos para
garantizar que quede tan libre de
impurezas como sea posible, teniendo en
cuenta cuál va a ser el destino final de las
aguas. Está, por tanto, destinado a
mejorar la calidad de las aguas,
eliminando contaminantes como nitratos,
fosfatos, etc., incluyendo la desinfección.
EL AGUA DULCE ES UN BIEN DEL QUE DEPENDE NUESTRA EXISTENCIA. SU
PROGRESIVA CONTAMINACIÓN
,
PRODUCIDA FUNDAMENTALMENTE POR LAS ACTIVIDADES HUMANAS, UNIDA A LA
ALTERACIÓN DE LOS CICLOS
DE LAS LLUVIAS, HAN HECHO DEL AGUA UN
BIEN ESCASO
, QUE ES PRECISO CUIDAR
Tratamiento de aguas
residuales en talleres
I N G E N I E R Í A
CESVIMAP 70
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Depuradora
Por
Raquel Adanero Bejarano