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Nº 41 - Julio / Septiembre 2009
Nuevas tecnologías
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n 1968, el especialista en mecánica e ingenie-
ría de motores y también piloto de rallies Günther
Irmscher, montó un pequeño negocio mecánico en
un garaje de la humilde ciudad alemana de
Winnenden. Su incansable dedicación y espíritu
emprendedor, hicieron que un taller de apenas dos
trabajadores se convirtiera en un sólido grupo de
empresas. Pronto, su apellido se convirtió en símbolo
de deportividad, potencia e imagen para los vehículos
de la marca Opel. En la actualidad, Irmscher no sólo
cuenta con determinados accesorios y medios para
distintos fabricantes automovilísticos, sino que,
también, cuenta con una importante alternativa al
petróleo, mediante la adaptación de propulsores al
uso del Autogas.
El combustible utilizado por este tipo de vehículos
es el denominado Gas Licuado del Petróleo o GLP;
una mezcla de butano y propano, conocido también
en el mundo automovilístico por el nombre de Autogas.
Este combustible alternativo procede en un 60 por
ciento del Gas Natural y de alrededor de un 40% del
proceso de refinado del petróleo. A temperatura
ambiente y bajo presión atmosférica, el estado del
Autogas es gaseoso. Sin embargo, a diferencia del Gas
Natural, el GLP pasa a estado líquido cuando es
sometido a presiones relativamente bajas. Como
referencia, hay que reflejar que esta variante de
combustible gaseoso ocupa, almacenado a una
El continuo encarecimiento de las gasolinas convencionales, así como
la falta de respeto medioambiental derivada de su uso, hacen que los combustibles
alternativos cobren cada día una mayor importancia. Centro Zaragoza, ha sido
testigo del proceso de adaptación de un propulsor de gasolina al uso del Gas
Licuado del Petróleo; combustible que ofrece las mismas prestaciones que los
destilados del petróleo, siendo más ecológico y económico.
Jesús García
Surtidor GLP de Repsol
Boca del depósito para
gasolina y GLP
Adaptación de vehículos
a GLP
E