28
la revista Comforp
OCTUBRE-DICIEMBRE 2013
I
I
LA ENTREVISTA
Eva García Pardo
¿Cuánto años llevas impartiendo cla-
se en los ciclos formativos de auto-
moción?
Dieciséis años
¿Por qué elegiste esta profesión?
Por circunstancias de la vida. La
docencia me ha gustado siempre
pero no pensaba dedicarme a ella
hasta que “fuera mayor”. Sin embar-
go existen momentos en tu vida pro-
fesional que te empujan a un cambio
de orientación de la misma y en una
de esas encrucijadas elegí uno de los
sectores para el que pensé que tenía
más recursos para poder desarrollar-
lo de la mejor manera.
Desde tu punto de vista femenino
¿cómo son las relaciones profesor-
alumno en una clase compuesta prin-
cipalmente por chicos?
Pienso que muy similares a cuando
el profesor es hombre. Quizá al prin-
cipio pudiéramos resultar algo cho-
cantes en este área. Pero en estos
momentos considero que no tendría
por qué haber sorpresas. El alumno
te va a valorar por lo que le puedas
aportar, a ayudar a aprender y a cre-
cer como persona, no por las faldas o
las barbas.
¿Qué es lo más fácil y lo más difícil de
tu profesión?
No sé si hay algo fácil. Todos los
días aparecen retos a superar: atraer
la atención sobre la materia a de-
sarrollar, implicar a los alumnos en
la necesidad de aprender por ellos
mismos, no sólo aprobar exámenes,
obtener el máximo rendimiento del
material disponible (que muchas ve-
ces es escaso y obsoleto),... Lo más
difícil sí lo tengo muy claro: para mi
siempre ha sido la evaluación de los
alumnos. Al final debemos reducirla
a un número y en ocasiones es muy
complicado resumir en esa cifra la
evolución y las características espe-
cíficas de cada persona.
¿Qué es lo más agradable y lo más
molesto de tu profesión?
Lo más agradable, sin duda, es el
día a día; la complicidad que acabas
teniendo con tus alumnos. En ocasio-
nes tenemos alumnos problemáticos
y que dan “mucha guerra” pero es
muy gratificante cuando se consigue
reconducir esas conductas y lograr
ver el avance en lo académico y en
la actitud de esos alumnos. Lo más
molesto cuando percibes que aquello
en lo que estás trabajando no intere-
sa a alguno de los alumnos. O cuando
tienes en el aula a chavales que no
tienen ningún interés por aprender
y perjudican el normal desarrollo de
las clases, perjudicando a sus com-
pañeros.
¿Tienes alguna anécdota relacionada
con tu trabajo?
Alguna curiosidad como el golpe de
una carrocería contra un árbol para
poder repararla (antes de la hora de
entrada y con un “chaleco” para el
árbol).
Cuando te presentaste las oposicio-
nes en un sector donde predomina
mayoritariamente el sexo masculino
¿notaste por parte del jurado algún
tipo de discriminación por ser mujer?
Nunca lo percibí así. En aquel mo-
mento éramos pocas mujeres pero
el trato recibido considero que fue
similar, cada uno en su lugar, unos
como opositores y los otros como tri-
bunal. Esto quizás es debido también
a que en mi trayectoria vital. En mi
familia nunca hubo distinciones en-
tre hermanos/as ni en las tareas de
casa, ni en aficiones o deportes, ni en
posibles proyecciones profesionales.
Nunca he esperado en la vida que me
tratasen de distinta manera por ser
mujer que si fuera hombre. Ni que
me regalasen nada, ni que me impi-
dieran nada.
En el día a día de tu etapa producti-
va ¿tienes el apoyo profesional de tus
compañeros de especialidad?
Desde mi incorporación como inte-
rina a esta profesión, siempre he te-
nido que agradecerles a mis compa-
ñeros de departamento la ayuda que
me han prestado ante cualquier duda
o contratiempo. Siempre que he pe-
dido ayuda para desarrollar algún
tema o alguna práctica
la he recibido
por parte de todos ellos, recibiendo
tanto su orientación como su tiempo
personal.
¿Quieres expresar alguna opinión so-
bre la Formación Profesional?
Creo que la administración educa-
tiva debería ser más sensible a las
necesidades reales de este tipo de
formación. Debería concienciarse de
que estos estudiantes serán los tra-
bajadores de mañana. Los que “van
a hacer las cosas” (instalar el aire
acondicionado en nuestras casas, re-
parar nuestros vehículos, arreglarnos
las goteras, …). Y se necesitan mu-
chos medios humanos y materiales
para poder formar a los profesionales
más capaces y válidos. Esta forma-
ción no es barata ni en medios mate-
riales ni en medios humanos:
Por una parte está en constan-
te evolución y las dotaciones de los
centros educativos no
son siempre las
suficientes ni las más actuales. La ca-
rencia de medios la suplen los docen-
tes a base de buena voluntad, mucho
tiempo de dedicación, a reparar las
herramientas inutilizadas por su uso
en el aprendizaje y a obtener medios
para poder desarrollar conveniente-
mente las programaciones.
Por otra, el perfil de una parte
importante del alumnado supone la
necesidad de trabajar con unos ra-
tios alumnos/profesor que no son
compatibles con los vigentes en es-
tos momentos. Por encima de veinte
alumnos
por profesor, estas materias
instrumentales no permiten la aten-
ción necesaria para un buen aprendi-
zaje.
También me gustaría reconocer
la colaboración inestimable de mu-
chas empresas que de forma altruis-
ta facilitan nuestra labor educativa,
cediendo
piezas o materiales, posibi-
litando visitas de estudios, impartien-
do charlas a nuestros alumnos sobre
los últimos avances en el sector, etc.,
y que permiten así mejorar la forma-
ción de nuestros alumnos.