Seguridad vial
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Nº 49 - Julio / Septiembre 2011
a vigilancia del estado de los neumáticos por
parte de los conductores europeos es más bien escasa.
Un altísimo porcentaje de los encuestados en cada
entrevista en la que se pregunta cada cuánto tiempo
suele revisar la presión de los neumáticos de su
vehículo contesta que nunca.
Algunos fabricantes de neumáticos también han
realizado estudios para tratar de conocer el nivel de
presión de los neumáticos de los usuarios. Estos análi-
sis revelan que un 71% de los neumáticos controlados
no cumplían con las exigencias en cuanto a presión
definidas por los constructores de los vehículos
(Fuente: Bridgestone 2010 Safety Campaign)
.
La seguridad de los ocupantes
El fallo del funcionamiento del neumático
durante la marcha constituye una de las causas de
accidente más habituales en autopista y autovía, calza-
das en las que los vehículos circulan a elevadas
velocidades durante prologados periodos de tiempo.
La consecuencia directa de la escasa presión de los
neumáticos es el calentamiento de los mismos,
máxime cuando se incrementa la velocidad de circu-
lación. Este hecho puede llegar a derivar en algunos
casos en un reventón. Tras producirse un estallido, el
vehículo tenderá a dirigirse hacia un lado. En este
momento la gobernabilidad del vehículo se complica
sobremanera, suscitándose un escenario que en la
mayoría de las ocasiones provoca fatales conse-
cuencias. Si se encuentra en esta situación resulta
recomendable sujetar el volante con fuerza y dejar
de pisar el acelerador poco a poco, tratando de contro-
lar el vehículo sin dejar que el pánico se apodere de
nosotros.
L
Los neumáticos de los
vehículos europeos:
bajos de presión