Los neumáticos son los únicos elementos del vehículo en contacto con el
pavimento. Son los encargados de transmitir la fuerza motriz que imprimimos al
acelerar, de guiar al vehículo siguiendo las instrucciones que marcamos al girar
el volante o quienes detienen el vehículo en la menor distancia posible cuando
llevamos a cabo una frenada intensa. Son razones más que suficientes para prestar-
les una mayor atención de lo que normalmente hacemos (al menos si atendemos
a cualquier estudio que evalúa el mantenimiento efectuado habitualmente por los
conductores sobre sus neumáticos), puesto que de ellos, de su buen estado y
funcionamiento, depende nuestra seguridad y la de quienes viajan en nuestro
vehículo.
Daniel Espinosa
Seguridad vial
Neumáticos bajos de presión
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Nº 49 - Julio / Septiembre 2011
www.centro-zaragoza.com
Sin ser necesario que llegue a reventar el neumá-
tico, otras muchas situaciones de peligro pueden
acompañar a un inflado por debajo del recomendado.
Así, negociar una curva con presión defectuosa
provoca un mayor desplazamiento de la carrocería
del vehículo hacia el exterior de la curva, debiendo
ser soportado tal desplazamiento por los neumáticos,
que se ven obligados a realizar un mayor esfuerzo,
el cual podrían llegar a no ser capaces de soportar,
dependiendo de la velocidad del vehículo, del radio
de curvatura a negociar y de la presión y estado previo
de los neumáticos.
Mayor gasto de combustible
Una parte de la energía generada por el motor
es consumida por el vehículo para vencer la resis-
tencia a la rodadura, resistencia que se incrementa
cuando la presión de los neumáticos está por debajo
de la recomendada. Este hecho conlleva, inevitable-
mente, un incremento en el consumo de combustible
del vehículo. El estudio realizado por Bridgestone cifra
en 2800 millones de euros el gasto extra debido a la
inadecuada presión de los neumáticos de los conduc-
tores europeos.
Además del despilfarro económico que supone
la utilización de los neumáticos con una presión
inferior a la recomendada por el constructor, deben
ser tenidas en cuenta las nocivas consecuencias para
el medio ambiente. Cada año, 4,8 millones de tonela-
das de emisiones de carbono adicionales son
producidas por nuestros vehículos (1,8 gramos por
cada kilómetro recorrido).
Ante un reventón, resulta recomendable
sujetar el volante con fuerza y dejar de pisar
el acelerador poco a poco, tratando de contro-
lar el vehículo sin dejar que el pánico se
apodere de nosotros.
Una escasa presión de inflado provoca un mayor
desgaste de los neumáticos por sus extremos.
Presión normal
Falta de presión Exceso de presión