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Enero/Febrero 2010
La presentación de la gran mayoría de lo que denominamos genéricamente
como pinturas, consiste en un líquido más o menos fluido, que una vez
aplicado sobre la superficie a pintar, pierde esa fluidez y se transforma en una
película permanente de protección y/o embellecimiento.
pinturas al agua
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Ecología en el taller de chapa y pintura
P
ara confeccionar así la pintura se
precisa el concurso de unos compo-
nentes denominados disolventes,
que mantienen el resto de los com-
ponentes de la pintura, aglomerantes y pig-
mentos, en ese estado fluido hasta el mo-
mento en que la pintura es aplicada, mo-
mento en el que comienza el secado y endu-
recimiento de la misma. Una parte de este
secado consiste en que los disolventes aban-
donen la película de pintura, evaporándose y
mezclándose en el aire.
Disolventes adecuados
Para que una sustancia pueda actuar como di-
solvente de pintura debe cumplir dos propieda-
des fundamentales; la primera que sea de fácil
evaporación, y la segunda que sea química-
mente compatible con el aglomerante, esto es,
no sólo que sea perfectamente miscible, sino
que además no deteriore ni el aglomerante ni
los pigmentos, ya que los tres componentes de
la pintura, disolventes, pigmentos y aglome-
rantes deben permanecer juntos durante todo
el período de almacenaje.
En definitiva, la elección de los disolventes
apropiados para una pintura depende de la
naturaleza química del aglomerante de la mis-
ma, sin duda el componente fundamental, ya
que es el que constituye la película definitiva, y
por tanto define las propiedades y cualidades
que presenta como película de protección y
embellecimiento: dureza superficial, brillo, re-
sistencia química, etc...
Resinas
Las sustancias o resinas que pueden ser em-
pleadas como aglomerantes de pintura, pue-
den dividirse en dos grupos según su afinidad
química les permita o no disolverse en solven-
tes polares o apolares.
Si sólo son solubles en disolventes apolares,
deben emplearse como disolventes, compo-
nentes de naturaleza orgánica, generalmente
denominados simplemente como “disolven-
tes”, como por ejemplo: acetona, acetato de
butilo, metanol, etc. Todos ellos, componentes
de naturaleza orgánica de alta volatilidad, por
ello se denominan genéricamente con las si-
glas VOC´s (componentes orgánicos volátiles).
Si los aglomerantes son solubles en disolven-
tes polares, el más barato, más común y abun-
dante es el agua.
De esta forma se generaliza, respectivamente
con los términos “pinturas al disolvente” y
“pinturas al agua”.
Agua como disolvente
El empleo del agua como disolvente de pintu-
ras presenta ciertas ventajas frente al empleo
de disolventes de naturaleza orgánica, la prin-
cipal es, sin duda, que la evaporación del disol-
vente de la pintura, sólo aumenta la humedad
del aire, sin que esto tenga ninguna repercu-
sión medioambiental, por el contrario, la eva-
poración de los VOC´s de las pinturas al disol-
vente supone la contaminación de la atmósfe-
ra con esos componentes. Además, el agua
tiene un coste económico muy inferior a los
componentes orgánicos que pueden emplear-
se como disolventes de pintura.
Por el contrario, el agua evapora más lenta-
mente que la mayoría de los disolventes, y
además, esta evaporación está condicionada
por la solubilidad del agua en el aire, que de-
pende de la humedad que ya presente el aire y
de su temperatura, cuanto más baja sea la
temperatura del aire menos agua es capaz de
evaporar.
Pinturas al agua, una opción
ecológica
Por precio y por menor impacto medioambien-
tal deberían emplearse sólo pinturas al agua,
sin embargo, para conseguir películas de pin-
tura de grandes prestaciones como las que son
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