51:
09.13
51
E
Mucho espacio por poco precio, practicidad
y fiabilidad han sido las credenciales que
han hecho del
Škoda
Octavia
una de las berli-
nas más valoradas del mercado. Las cabezas pen-
santes de la marca checa lo han tenido en cuenta a
la hora de lanzar la nueva generación, que potencia
todas las virtudes comentadas anteriormente.
Puesta a la venta en la primera mitad de 2013, la ter-
cera generación del Octavia es más grande que la
segunda y la marca checa ha seguido aprovechando
al máximo el espacio ya que la nueva saga también
es más amplia, si cabe. De hecho, es la berlina del
segmento D de referencia en espacio por las buenas
cifras que obtiene en anchura, espacio para las pier-
nas y altura. Por si fuera poco, el espacio interior no
sacrifica maletero, que es muy amplio, con 590 litros
(ver imagen) y se beneficia de un amplio portón
para que la carga, además de caber, puede entrar.
No hay ningún coche del mercado de 4,66 metros
como este Octavia que goce de un maletero de es-
tas dimensiones. Siguiendo con el interior, la estéti-
ca y los acabados son típicos de Škoda: los materia-
les son austeros pero parecen duraderos y el tono
general es discreto. El salpicadero es conservador
mientras que el tacto de los mandos es bueno y dan
sensación de solidez.
Probamos la versión con el motor TDI de 105 CV,
poco gastón, fiable pero que con el coche cargado
hasta los topes puede resultar algo justo. El cambio
de cinco velocidades que monta es preciso aunque
con excesivo recorrido y el tarado de las suspensio-
nes da prioridad al confort por lo que su hábitat na-
tural son las vías de amplio radio ya que no es muy
ágil en carreteras ratoneras.
Škoda propone una versión básica de precio muy
asequible, desde poco más de 17.000 euros.
Asimismo, ha ampliado el equipamiento de seguri-
dad de toda la gama con la introducción del sistema
de alerta de cambio de carril o el programador de
velocidad activo. El Octavia, por tanto, es uno de los
modelos más asequibles de su categoría.
E
La terna de vehículos urbanitas de aspecto llamativo, ca-
lidad en los acabados, amplio equipamiento y aire exclu-
sivo es cada vez más amplia. Enseñó el camino el MINI pero le
han seguido el Fiat 500, el Citroën DS3 o el
Adam
que nos
ocupa.
Este bomboncito de
Opel
es un utilitario de tres puertas, cuatro
plazas y solo 3,70 metros cuyo hábitat es la jungla urbana. Dentro
de ella se presenta como una llamativa opción por diseño, gama
de colores y calidad de su interior. En nada se parece a su herma-
no, el cuadrado y currante Agila. La clase y la distinción es cosa
del Adam, que nos parece muy atractivo estéticamente y que en
ciudad va francamente bien. Sus reducidas dimensiones, los ági-
les motores gasolina de 69, 87 y 101 CV, una dirección de lo más
suave si pulsamos el botón City y una excelente visibilidad en to-
dos los ángulos permite callejear con una facilidad pasmosa. Eso
sí, su uso se limita al entorno urbano, para llevar los niños al
“cole” y poco más, porque el espacio de las plazas traseras es
muy exiguo y el maletero de 170 litros es de los más pequeños
de entre su competencia. El conductor y el acompañante delante-
ro, al menos, irán cómodos y disfrutarán de unos materiales de
buena calidad propios de segmentos superiores. El comprador
podrá adquirir un Adam único ya que Opel ofrece muchas opcio-
nes de personalización: una amplia y espectacular amplia de colo-
res, llantas y acabados para el techo, pegatinas para la carrocería y
tres paquetes decorativos que ofrecen múltiples posibilidades de
equipamientos y acabado interiores y exteriores.
La nueva generación mejora las virtudes
de las anteriores
El Adam, otro pequeño para
no pasar desapercibido
Chic and cool
by Opel
Puro ADN Octavia
conta to