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los circulan a elevadas velocidades durante prologa-

dos periodos de tiempo. La consecuencia directa de

la escasa presión de los neumáticos es el calenta-

miento de los mismos, máxime cuando se incrementa

la velocidad de circulación. Este hecho puede llegar

a derivar en algunos casos en un reventón. Sin ser

necesario que llegue a reventar el neumático, otras

muchas situaciones de peligro pueden acompañar a

un inflado por debajo del recomendado. Así, negociar

una curva con presión reducida provoca un mayor

desplazamiento de la carrocería del vehículo hacia

el exterior de la curva, debiendo ser soportado tal

desplazamiento por los neumáticos, que se ven obliga-

dos a realizar un mayor esfuerzo, el cual podrían llegar

a no ser capaces de soportar, dependiendo de la

velocidad del vehículo, del radio de curvatura a

negociar y de la presión y estado previo de los neumá-

ticos.

Una parte de la energía generada por el motor

es consumida por el vehículo para vencer la resis-

tencia a la rodadura, resistencia que se incrementa

cuando la presión de los neumáticos está por debajo

de la recomendada. Este hecho conlleva, inevitable-

mente, un incremento en el consumo de combustible

del vehículo.

Con la introducción de las cubiertas sin aire se

consigue, entre otras ventajas, eliminar los pincha-

zos y reducir el consumo de combustible y por otro

lado evita la necesidad de controlar la presión de

inflado, aspecto éste muy importante, tal como se ha

señalado, para la seguridad de un vehículo.

Antecedentes

En 2004 Michelin ya presentó en el Salón de

París su prototipo de rueda sin aire, la Michelin

X

Tweel

. El objetivo que tenía Michelin era reducir el

tiempo que se pierde en la reparación de los pincha-

zos de los neumáticos, pero sin perder tracción, ni

manejabilidad ni comodidad. También desparecería

con estas ruedas la necesidad de controlar la presión

de inflado de los neumáticos, las cuales están

compuestas por un cubo rígido conectado a la banda

de rodadura por medio de radios deformables de

poliuretano.

Por otro lado, en 2013 Bridgestone presentó la

segunda generación de su “Non-Pneumatic” conocido

como “Bridgestone Air Free”. Esta rueda, como su

nombre indica no aloja aire comprimido para

brindarle soporte estructural, se trata de una rueda

compuesta por tres partes, una parte interior realizada

en aluminio, una banda de rodadura exterior a base

de caucho y como novedad una especie de radios

internos realizados en resina termoplástica. Por lo

tanto, dispone de una única estructura de radios a lo

largo de los lados interiores que soportan el peso del

vehículo. Esta estructura interna basada en radios

permite un comportamiento exactamente igual al de

los neumáticos convencionales, ofreciendo un nivel

de maniobrabilidad y estabilidad similar a la de los

tradicionales. Bridgestone ha optimizado la estructura

de esta rueda utilizando como material resina termo-

plástica de alta resistencia sintética que se vuelve

flexible cuando se calienta. Estas ruedas han sido

probadas en su segunda fase con éxito en vehículos

de 410 kg y a una velocidad de 60 km/h.

Seguridad vial

Nuevas cubiertas sin aire

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Nº 66 - Octubre / Diciembre 2015

www.centro-zaragoza.com

Las “ruedas no neumáticas” consiguen

eliminar los pinchazos y reducir el consumo

de combustible así como evitar la necesi-

dad de controlar la presión de inflado.

Ya no existe la idea de neumático y llanta, por

separado, y se considera la rueda como un todo.