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E
Porsche
ha desarrollado el cambio auto-
mático de doble embrague
PDK (Porsche
Doppel-Kupplungen)
pero, fiel a su estilo, ha dado
prioridad a la deportividad por lo que es un cambio
ágil y extraordinariamente rápido. Constatamos esta
rapidez y agilidad (es una verdadera delicia) en el
Boxter S
, el deportivo de bolsillo de la marca ale-
mana para los que no quieren o no llegan a un
Porsche 911 Carrera pero no quieren renunciar a la
sensación de conducir un Porsche.
En el Boxter S el motor está dispuesto en el centro y
la tracción es trasera con lo que ello implica, un com-
portamiento muy deportivo sin llegar a las sensacio-
nes extremas que transmite un Carrera. El cambio au-
tomático PDK no penaliza las sensaciones deportivas,
es más, las potencia ya que seleccionando los modos
Sport y Sport Plus modifican la respuesta del motor,
del cambio, de la dirección, de las suspensiones, del
ESP (PSM lo denomina Porsche) y hasta el
ruido que emite el escape. Con estas opcio-
nes deportivas la entrega de potencia de los
315 CV del motor es más radical, brusca inclu-
so en determinadas circunstancias. La caja de
cambios, gracias al doble embrague, pasa de
una velocidad a otra superior como si fuera el
variador continuo de una scooter, sin cortes y
en milésimas de segundos por lo que la diver-
sión está asegurada. También podemos civili-
zarlo, con el modo Normal, las suspensiones se
ablandan y la gestión del motor se centra en
consumir la menos posible (¡el Boxter S PDK
dispone de Start&Stop!) por lo que el coche
cambia completamente de espíritu para poder
ser utilizado en la vida diaria en la que llevamos a
los niños la cole, vamos a hacer la
compra, etc.
Obviamente, estamos ante un gran
producto al que es difícil ponerle pegas.
Por mencionar alguna, encontramos a fal-
tar que no se pueda controlar el sistema
multimedia y el teléfono desde el volante
de un modo más sencillo. Por encima de
la media en calidad, no es desorbitada-
mente caro para tratarse de un Porsche
(poco más de 69.000 euros) y detrás inclu-
so ofrece espacio para el carrito de un niño
o los palos de golf. Ah! y recordemos que
es un descapotable.
Pilotamos el Porsche Boxter S con el cambio PDK
Deportividad también en automático
El callejear por la ciudad con el SEAT Mii automático
Más fácil todavía
E
Si ya era una delicia circular por la ciudad con el urbanita
Mii
de
SEAT
,
desde mayo aún puede ser más fácil y sencillo gracias a la versión auto-
mática. Ya lo tenemos todo para ser los reyes de la ciudad: tamaño contenido
(3,56 metros) para un fácil aparcamiento, una buena visibilidad en todos los án-
gulos y un cómodo puesto de conducción para no perder la concentración en el
estresante tráfico rodante y, ahora, la guinda, un cambio automático para olvidar-
se de apretar constantemente el embrague o padecer al arrancar en rampas (los
novatos o menos hábiles). Además, es bastante rápido y poco brusco en sus reac-
ciones. No solo a la hora de conducirlo por la urbe muestra todas sus virtudes,
también destaca por sus amplias plazas delanteras, el suficiente espacio detrás
para dos niños o un maletero de 251 litros, una buena cifra para un vehículo de
poco más de tres metros y medio. La calidad del interior se sitúa en la
media de este
nicho de mercado, con materiales poco refinados
pero sufridos y resistentes. En cuanto a los moto-
res disponibles, la marca española prescinde de los
diésel en lo que es una clara declaración de inten-
ciones, pretende que el Mii sea un vehículo exclusi-
vamente urbano. Y es que con un solo motor de un
litro en variantes de 60 y 75 CV poco nos podemos
aventurar a recorrer largas distancias. Eso sí, los con-
sumos son contenidos, 4,4 y 4,5 l/100 km en ciclo
mixto respectivamente. Las versiones automáticas de
ambos motores consumen una y dos décimas menos
respectivamente que las que montan cambio manual.
Todas las virtudes del Mii en ciudad se tornan limita-
ciones cuando salimos a la carretera. Ambos motores, también el 75 CV que tuvi-
mos ocasión de probar, son francamente justos para adelantar o afrontar repe-
chos, se tiene que recurrir constantemente al cambio de marchas y tienen que gi-
rar altos de revoluciones por lo que el ruido en el habitáculo es considerable ya
que tampoco SEAT se ha preocupado en exceso de esta cuestión teniendo en
cuenta el uso urbano que se le va a dar. Las suspensiones también tiran a blandas
pero el comportamiento es noble ya que el chasis asume sin problemas la poca
potencia disponible. En cuanto al precio, es más bajo que el de sus hermanos
Škoda Citigo y Volkswagen Up! pero superior al de otros rivales como el Kia
Picanto, el Ford Ka o el Citroën C1. En términos de importe su precio es bajo
(12.300 euros la variante 1.0 75 CV Style automática de cinco puertas probada)
pero si tenemos en cuenta el tamaño del coche y su justo equipamiento, el Mii
no es un coche barato.
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