conta to
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10.12
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E
Ford
ha anunciado a bombo y platillo las bondades de su generación de
motores de gasolina EcoBoost en términos de bajo consumo. Teníamos
ganas de probar alguno de ellos (propone versiones 1.0 100 y 125 CV y 1.6 de 150
y 180) y finalmente pasó por nuestra manos un
Focus
que montaba la variante
de un litro y 125 CV.
Tras analizarlo en profundidad por ciudad, carreteras secundarias, principales y auto-
pistas nos causó una grata impresión pero no precisamente por el consumo sino por
su enorme agilidad y dinamismo. Los tradicionales prejui-
cios que te vienen a la cabeza por el hecho de que solo
cubique un litro se disipan al instante ya que este Focus
empujaba a la más leve insinuación del acelerador y los
125 CV se mostraban plenos de energía lo que nos lleva
a pensar que esta motorización al Fiesta le debe sentar
como un guante. Lo dicho, el propulsor sube rápido de
vueltas, la cifra de par es buena, 200 Nm y, lo que es me-
jor, está disponible prácticamente en todo el rango de re-
voluciones (entre las 1.400 y las 4.500) lo que le otorga
una notable fuerza en cualquier circunstancia, algo de lo
que dudábamos al tratarse de un motor de un litro. Si el
apartado dinámico es satisfactorio, menos lo es el consumo. La marca del óvalo lo
cifra en tan solo 5 litros cada 100 kilómetros en ciclo combinado (¡solo 4,2 el extraur-
bano y es un gasolina!) pero nosotros no conseguimos ni acercarnos a esta cifra ya
que el ordenador de a bordo nos indicaba siempre más de siete litros, eso sí en con-
ducción casi exclusivamente urbana. En definitiva, este motor no es tan frugal como
anuncia Ford pero en ningún caso es gastón, ni mucho menos. De hecho, la relación
sensaciones-dinamismo-consumo nos pareció muy positiva, incluso en la variante fa-
miliar (
Sportbreak
) que era nuestra unidad de pruebas. Para los que carguen el
maletero (490 litros) u ocupen las plazas traseras asiduamente es mejor la variante
de 150 CV. El de 125 aporta fuerza pero tampoco hace milagros.
Por lo demás, el Focus es un gran coche. Amplio, bien acabado y rematado, con
un buen tacto de la suspensión, la dirección y el cambio aunque con un interior
algo recargado al sobresalir en exceso el panel central que acoge la radio y los
mandos del sistema de climatización. En cuanto al precio, descuentos PIVE y pro-
mociones al margen, Ford lo ha ajustado bastante porque la versión Trend supera
por poco los 17.000 euros. Aunque tiene todo lo imprescindible, la marca america-
na se podría haber estirado un poco y haber incluido el climatizador de serie.
E
El
Verso
de
Toyota
no es el más amplio,
ni el más versátil, ni el más barato, ni el más
dinámico, no es ni el mejor ni el peor en ningún as-
pecto y quizás sea ésta la clave de su éxito porque sí
que es uno de los monovolúmenes compactos más
vendidos del mercado.
Llegó a nuestro laboratorio de pruebas la versión dié-
sel de 177 CV y siete plazas, un producto plenamente
satisfactorio. Siguiendo la tradición de la marca nipo-
na, este Verso está muy bien acabado. La calidad qui-
zás no es la más excelsa pero sí suficiente y la como-
didad también es notable, sobre todo si tenemos en
cuenta que ha sido una de las prioridades de Toyota
si nos atenemos al tacto de suspensión, quizás excesi-
vamente blando. El motor es muy eficaz y va sobrado,
incluso con cinco ocupantes y la carga o siete y sin
apenas carga porque aquí llegamos al talón de
Aquiles de este modelo. Toyota lo vende como un
siete plazas (porque las tiene) pero sus medidas son
de monovolumen compacto (4,44 metros). ¿Qué
queremos decir? muy sencillo, si necesitas siete plazas
no tienes maletero y si necesitas maletero (capacidad
correcta, 440 litros), olvídate de montar a siete pasaje-
ros. En cualquier caso, para una urgencia pueden ser
Probamos el Ford Focus Sportbreak EcoBoost 1.0 de 125 CV
Un litro de agilidad y dinamismo
Uno de los monovolúmenes compactos
más contrastados, el Toyota Verso
El equilibrio es su virtud
de gran ayuda estos dos asientos extras. En cuanto a
versatilidad el Verso es un referente del mercado ya
que la marca nipona la ha mejorado incorporando en
el equipamiento de serie el
Toyota Easy Flat
o
plegado total independiente de las plazas traseras.
Nos habíamos quedado en el motor, que es más que
suficiente para este modelo pero es algo gastón (6
l/100 km en ciclo combinado). El cambio es rápido y
preciso pero nos hubiera gustado probar el automáti-
co AutoDrive a ver cómo combinaban.
El importe de la variante probada roza los 28.000 euros.
No es una cifra baja pero, a cambio, ofrece un amplio
equipamiento. Elementos como el airbag de rodilla, los
faros de xenón, los sensores de lluvia y de luz, el techo
panorámico Optivision vienen de serie.
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