aula
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octubre 2010
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En colaboración con
Antigravillas: Productos que se aplican en estribos bajo puerta, cantoneras, spoilers, faldones traseros y pases de rueda.
puertas, interiores de aletas, estribos) de la
gran mayoría de las carrocerías autoportantes,
con la finalidad de evitar la corrosión que se
produce por la condensación del agua en el
interior de estos cuerpos. Se aplican en la fase
final de la construcción por pulverización con
pistola de aire y recipiente de presión.
¬
Y por último, los
revestimientos de bajos
son productos que se aplican en algunas zonas
del vehículo para evitar el picado por gravilla y
el desconchado de la capa de pintura que deja
la chapa al descubierto provocando la corro-
sión, además de evitar que llegue al habitáculo
el ruido del rozamiento de las ruedas con el
suelo y la vibración de la chapa.
Dentro de esta clase de revestimientos no me-
tálicos encontramos dos tipos distintos, como
son los antigravillas y los protectores de bajos.
Éstos últimos son pinturas que se aplicaban en
la zona inferior del vehículo, pero hoy en día
se están sutituyendo por planchas de plásti-
co, que además de desempañar la función de
protección, confiere al vehículo una mejor ae-
rodinámica. Mientras que los antigravillas son
unos productos que se aplican en estribos bajo
puerta, cantoneras, spoilers, faldones traseros
y pases de rueda, teniendo la ventaja de que se
puede pintar sobre ellos.
Hasta aquí, todas las protecciones anticorrosi-
vas que se han nombrado son aplicadas en el
proceso de fabricación.
¿Qué sucede entonces cuando
reparamos un vehículo?
En la reparación de un vehículo, es necesario res-
tituir todas las protecciones anticorrosivas que
llevaba originalmente al salir de fabrica, tanto
revestimientos metálicos como revestimientos
no metálicos, ya que sino, la humedad puede
provocar la oxidación de la chapas y por tanto la
pérdida de propiedades mecánicas y físicas.
La experiencia y los estudios realizados, de-
muestran que el fenómeno de la corrosión en
las carrocerías se puede convertir en un pro-
blema grave, si no se aplican los tratamientos
anticorrosivos pertinentes. Ya no sólo por la vul-
nerabilidad que presenta el acero frente al oxí-
geno, sino también por el ataque agresivo que
le produce la contaminación medioambiental. Si
a todo esto se le añade la presión de los propios
consumidores, que pretenden que el deterioro
y la depreciación de sus vehículos sea mínima,
así como la legislación que establecen algunos
países sobre el tiempo mínimo de garantía an-
ticorrosiva, como la lógica competencia entre
fabricantes, ha desembocado en la búsqueda y
aplicación de productos y procesos anticorrosi-
vos, cada vez más eficientes, tanto en el proceso
de fabricación como en el de reparación.
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Protectores de bajos:
Son pinturas que se
aplicaban en la zona
inferior del vehículo.