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Audi A4 3.0 TDI V6 245 CV quattro S tronic S line
SEnsaciones únicas
E
El comprador típico de una berlina busca en ella comodidad, confort, fiabilidad, equipamiento,
unos mínimos de espacio y equipamiento. El
A4
de
Audi
ofrece esto y algo que está a la altu-
ra de pocas marcas, un dinamismo espectacular, un rango de potencia de los motores muy elevado y
una alta calidad aplicada hasta al mínimo detalle. Si a todo esto le unimos, su tradicional (ya mítico) y
eficaz tracción integral quattro y el delicioso cambio automático S tronic el resultado de todo este cóctel
es inigualable. De verdad, lo probamos y les podemos asegurar que el A4 3.0 TDI de 245 CV quattro S
tronic es sencillamente impresionante en todos los aspectos. Consciente de que es un gran vehículo,
Audi hace pagar por ello, más de 49.000 euros sin ningún tipo de equipamiento opcional.
Ahora bien, para quien se lo pueda permitir, esta berlina le dará muchas satisfacciones. La sensación de
poderío de este motor, la rapidez y precisión del cambio automático y de la
dirección, una suspensión dura que prioriza claramente el dinamismo y que,
en combinación con la tracción quattro, proporciona un paso por curva al
que ni te atreves a buscar sus límites. Todo esto no tiene precio. Para los que
el motivo de la compra sea el espacio o la versatilidad, existen opciones me-
jores. Este A4 peca de poco espacio para las piernas, es algo estrecho y da
sensación en las plazas traseras de claustrofobia al dominar la chapa sobre
el cristal. Los 480 litros de maletero son una buena cifra pero la unidad pro-
bada era la de cuatro puertas por lo que la boca de carga es estrecha. Para
los que vayan a meter objetos voluminosos en él, la mejor opción es la
Avant
(denominación de la variante familiar de Audi).
A principios de año la marca de los cuatro aros renovó ligeramente el A4. El interior o las cotas de habi-
tabilidad no cambian. Los cambios se concentran en el frontal, con un nuevo sistema de iluminación, y
en la zaga pero son discretos. Tampoco la hacía falta, estéticamente su marcado carácter deportivo si-
gue estando al día.
Sym Maxsym 400i, un recién llegado con grandes posibilidades de triunfar
E
El segmento de los maxiescúteres se ha
convertido en el mayor rival del de las
motos de gran cilindrada. Hasta hace poco, rei-
naban en el segmento dos modelos japoneses,
uno más deportivo y otro más burgués. Pero la
llegada primero del Kymco SuperDink y ahora
de nuestro protagonista, el
Sym Maxsym
400i
, está cambiando la fisonomía del merca-
do. El primer maxiescúter del constructor
taiwanés Sym es un ganador en potencia.
Después del éxito en nuestro mercado de mo-
delos como el
Symphony
o el
HD Evo
, la
marca importada por
Motos Bordoy
está
muy bien posicionada con este modelo para
pegar fuerte, ofreciendo calidad sobresaliente
por un precio extraordinariamente contenido.
Lo primero que sorprende del Maxsym es su
acertada estética, contundente pero sin estri-
dencias. No destaca por ser rompedora, pero es
agradable y perfectamente integrada en los gus-
tos del segmento. La posición de conducción es
tremendamente cómoda, aunque no es apta
para personas de baja estatura, puesto que la
anchura del asiento no facilita alcanzar el suelo
en los semáforos. La instrumentación del
Maxsym es completa, completísima, con cuen-
tarrevoluciones, dos parciales kilométricos, reloj
y temperatura exterior, indicador de apertura
del cofre del asiento y de la pata de cabra...
Todo de clara lectura y bien iluminada.
El motor es otro brillante punto a favor de la
Maxsym. Aunque quizás sea levemente más rui-
doso que el de sus competidoras niponas, es
un portento de aceleración y recuperación en
casi todas las circunstancias, permitiendo cruce-
ros realmente holgados que abren la puerta a
pensar en largos recorridos sin manías. Con 34
CV para mover 210 kg, el consumo se mantiene
siempre en límites muy razonables. Para noso-
tros, el punto en el que más destaca el Maxsym
es sin duda la frenada. De tipo combinada si ac-
cionamos la maneta izquierda y con ABS en la
rueda delantera, frenar este maxiescúter es
siempre tarea fácil y precisa. Será difícil ponerla
en aprietos en este aspecto, incluso aunque ro-
demos con paquete. Consecuentemente, la es-
tabilidad del Maxsym en orden de marcha es
excelente; de hecho, se nota que su chasis está
preparado para soportar motores aún mayores,
de hasta 600 cm
3
en otros mercados.
Sólo hay dos cosas que nos gustaron menos: el
espacio de carga bajo el asiento no admite fácil-
mente dos cascos, y menos aún si son integra-
les. Y el botón de apertura del asiento, integra-
do en la piña izquierda, desentona escandalosa-
mente con el conjunto; de hecho, parece un
pegote puesto a última hora en la fábrica...
Tener un Maxsym es sorprendentemente fácil,
puesto que está en marcha una promoción de
lanzamiento que deja el montante de compra
en 5.299 €, a años luz de sus competidores di-
rectos.
Jugando entre
los mayores