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la revista Comforp

ENERO-MARZO 2015

I

I

a hacer a un especialista industrial,

que aplicará una capa de resina en

polvo sobre la pieza y la cocerá en un

horno por encima de los 180º. Este

sistema es el usado por los fabrican-

tes y da una dureza muy elevada.

Con el chasis ya pintado, podemos

empezar a dar forma al puzzle. Aquí

es necesario tener claro lo que vamos

a hacer, planear por donde empezar

y sobre todo, no tener prisa. En mi

caso, lo primero que monté fue el

motor y la instalación eléctrica. El

motor de esta moto está subido de

cilindrada y bastante trabajado in-

ternamente, pero ojo con este tema.

Si nos pasamos podemos tener pro-

blemas en la ITV.

Una vez montado el motor le tocó

el turno a las suspensiones. El bascu-

lante y todas las piezas de la suspen-

sión se lijaron a fondo y se pintaron

con una capa de imprimación, nece-

saria para que no se levante la pintu-

ra con el tiempo. Cada material ne-

cesita una imprimación diferente, no

es lo mismo pintar plástico que acero

o que aluminio. Lo mejor es consul-

tar al proveedor de pintura y respe-

tar la ficha técnica de cada producto.

Los trabajos en la horquilla son algo

más complicados. El aluminio se pue-

de pulir con facilidad y el resultado

es espectacular, pero en poco tiempo

pierde brillo y en ambientes salinos

se oxida con un aspecto blanquecino.

La solución es aplicar un barniz pro-

tector, pero no sirven los que usamos

en carrocería, se pelarían al poco

tiempo ya que no tienen adherencia

sobre el aluminio sin tratar, y si po-

nemos una imprimación, perdemos

el efecto pulido. La única solución es

aplicar un barniz especial para alu-

minio con secado a alta temperatura.

Este tipo de barnices adquieren una

elevada dureza y protegerán mejor

una zona que recibe muchas piedras

como es la horquilla, pero necesitan

un secado al menos a 150º. Un truco

para piezas pequeñas es usar el hor-

no de la cocina, pero ojo con la fami-

lia, a veces no se lo toma bien…

Si cambiamos cualquier pieza o

ajuste en la suspensión de una moto,

debemos tener en cuenta los efectos

que va a provocar. Si modificamos la

postura, puede que el manillar toque

con el depósito, o que la rueda to-

que con el carenado o con otras pie-

zas con el riego de perder la direc-

ción en marcha. Hay que pensar que

cuando trabajamos en una moto, la

suspensión no está trabajando, y que

al frenar se comprime y la rueda está

más cerca del chasis. Una pieza bien

montada con la horquilla extendida

puede rozar al comprimirla. Todo

esto hay que tenerlo en cuenta y ha-

cer muchas pruebas antes de jugarse

la vida encima de la moto. Si en una

frenada fuerte, la rueda delantera se

engancha en el carenado y nos que-

damos sin dirección... ¡Malo!

Precisamente por esto, cualquier

modificación importante en las sus-

pensiones o los frenos se considera

reforma de importancia y además de

una ITV, necesitaremos homologarlo

con un proyecto técnico y en su caso,

una prueba de frenado en un labora-

torio homologado, así que ojo con el

presupuesto si nos metemos en una

modificación seria.

Esta RD no tenía carenado, así que

hubo que comenzar de cero a la hora

de colocar el carenado de carreras

sobre ella. Esto es una ventaja ya

que lo podemos poner donde y como

queramos, pero obliga a fabricar des-

de cero y a medida todos los soportes

del carenado. Esto no es tan compli-

cado como pueda parecer, usando

placas y tubos de aluminio o acero,

podremos hacerle un traje a medida

sin grandes complicaciones.

Ojo con las piezas de aluminio. De-

pendiendo de la aleación usada, son

muy sensibles a las vibraciones y lle-

gan a romperse, como me pasó a mí

dos veces con el soporte de la ma-

trícula. Al llegar al límite de fatiga

de un material, se puede romper con

una enorme facilidad. Es recomen-

dable planear zonas de absorción de

vibraciones intercalando arandelas o

placas de goma entre las piezas de

metal.

Los carenados de fibra de vidrio son

baratos, suelen estar muy bien aca-

bados y en general se pintan bien,

con el único problema de que al

ser tan flexibles, la pintura se suele

agrietar con el paso del tiempo. Esto

se soluciona usando aditivos elásticos

en la pintura y sobre todo, aplicando

capas lo más finas posible.

Si el carenado es de segunda mano,

o está dañado, se debe reparar antes

de aplicar la pintura, lijando la capa

de gel coat agrietada hasta llegar a la

fibra. Una vez hecho esto, aplicare-

mos un buen aparejo intentando que

las capas no sean demasiado gruesas.

Si ya tenemos el carenado listo, ha

llegado la hora de la parte más inte-

resante, la pintura. El primer paso es

planear al detalle de que color va a ir

cada pieza, donde irán las separacio-

nes, y en su caso, donde se colocarán

los adhesivos.

Una buena idea para evitar errores,

es marcar todo el diseño con cinta

adhesiva de filetear (la de plástico,

no de papel) y hacerlo con la moto

montada. Esto evitará que los cortes

de una pieza no coincidan con los de

la piezas de al lado.

Una vez desmontadas las piezas,

desengrasadas y protegidas las partes