336 · abril 2011
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Correr más rápido...
que la competencia
Antonio y Pepe se encontraban acampando y soportando un clima muy frío,
calentándose los pies en una hoguera en un camping, cuando, de repente,
apareció un oso. Cada año los osos despedazan a alguna persona, por lo que
a Antonio y Pepe inmediatamente les entró el pánico. En ese momento,
Antonio comenzó lentamente a ponerse sus zapatillas. Pepe, mirándole sor-
prendido le dijo: “
¿qué haces Antonio?, ¿no te das cuenta de que aunque te
pongas las zapatillas no te servirá de nada, ya que el oso correrá mucho más
rápido que tú?”.
Antonio terminó de atarse los cordones, miró a su compañero
y le dijo: “
Pepe, yo no necesito correr más rápido que el oso para salvarme; es
suficiente con que corra más que tú
”.
Muchas veces, una historia tan sencilla y simple sirve para ilustrar cómo
la visión diferente de una persona puede tener grandes efectos sobre
una situación determinada.
Este relato nos invita a reflexionar sobre lo importante que es pensar an-
tes de actuar, no dejándose llevar por el pánico y mantener una visión
más a largo plazo. El oso representaría la crisis actual que ha irrumpido
en nuestras economías y su impacto en las empresas y familias, mien-
tras que las zapatillas son las personas de una organización y la impor-
tancia real que cada empresa le da a su actitud, motivación, desarrollo,
creatividad, etc.
En definitiva, el aprovechamiento de sus talentos es el mejor activo posible
para la superación de la crisis, lo que repercutirá en generar empresas más
dinámicas y reforzadas, que podrán superar la crisis y correr más rápido
que la competencia.
Por eso, en estos momentos, lo que uno no puede hacer es salir a la ca-
lle dando más descuento que nadie, siendo el más agresivo e intentar
solucionar su tesorería, solo por precio. Lo que hay que conseguir, real-
mente, es analizar la empresa y buscar estrategias de venta que no se
basen solamente en este factor. Aunque éste es un argumento fácil y
que todos conocemos, únicamente lo utilizan unos cuantos, aquellos
con capacidad para pensar y dirigir una empresa. El resto, estoy seguro,
serán presa del oso de nuestra historia.
Hay que pensar, generar implicación, motivación, unión, alegría y con-
fianza. Este es el único argumento que, a mi manera de entender, hay
que tener para superar los problemas del día a día, que en este tiempo
se multiplican a los normales cotidianos generados en el desarrollo una
actividad, motivados por la tan comentada crisis.
l
Pensando en voz alta…
Chema Rodríguez
Gerente
Grupo Recalvi